la vida dulce

 

la vida dulce atraviesa mi camino

adopté una perrita de pelo duro y ojos negros

es pequeña y revoltosa

es una sonrisa.

aquí en la silla frente a la pantalla escribo

veo y escucho la lejanía de un motor rascando 

y el correteo de mi perrita pelo duro hasta la puerta

es una sonrisa.

el mundo es la historia humana pasando 

afuera, no me importa. 

nada me importa más que

la dulce vida mirando por la ventana.

a veces en la claridad del día y las hojas derrumbadas

de los árboles, siento nostalgia del tiempo.

solo hay silencio y pido con los dedos entrelazados un poco

más de aire en mis pulmones

"debo visitar Praga y Kioto"... susurro.

afuera de mi ventana existen ruidos profundos

parece que el miedo vive palpitando

para mí solo existe el silencio, el reclinar de una silla

y los pasitos de una perrita de pelo duro

es una sonrisa. 

en la lejanía escuchó estruendos y voces gritando.

no me importa. solo hay un silencio antiguo

en el centro de mis ojos.

queda la breve memoria 

y el precioso olvido.

 

Fotografía: Lya Ayala Arteaga.

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