martes, 10 de diciembre de 2013

bajé a la acera para recoger una sombra


bajé a la acera para recoger una sombra
era pequeña y vieja
la miré le di vueltas la puse a contraluz
alguna vez creí que las sombras se caían
desde las cosas hasta el suelo
por eso me cobijaba en las entrañas de las paredes
temía abrirme paso en medio de los rincones o cruzarme la calle
siempre temí el acto de abrir sombras con la punta de los pies
lo pensaba despacio a propósito para que mis ojos
vieran en los rincones sombras de lodo
sombras de humo sombras de basura sombras de personas
esta vieja y pequeña se aferró a mis dedos
penetró mis uñas
se recogió suavemente entre las líneas de la mano
sin tanto dolor como las otras
crucé rápidamente la acera
con la pequeña y vieja sombra entre las manos

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