martes, 10 de diciembre de 2013

piedra

como toda piedra me rehúso a buscar la superficie
me propongo un hecho continuo desinteresado
mirar
mirar de frente de reojo desde lejos
la suciedad de las calles sus hormigueros destilados
la verdad grave que habita la acera
como la piedra me rehúso a morir en el sol
turbiamente entre las olas del viento
porque no me azuza el poder de estar encima de otras piedras
porque una piedra se libera susurrando los pasos de los hombres
porque la piedra hechiza la historia y permanece
porque la piedra nunca se destruye
solo toma forma de cascajo
pero nunca muere
y si acaso muriera
recrudece en el polvo
la piedra que es piedra desconoce el amor
por eso desconoce el odio
la piedra piedra
mira lentamente como viento adormecido
el vaivén de la tristeza
la piedra asume la esperanza más que ninguna otra cosa
asume en su corteza de tierra a la tierra misma
con su eterna mancha de sangre
el cobijo de la podrida humanidad y su despeñadero
asume la esperanza que alguien en algún lugar
se marchite como estrella y caiga hasta la tierra
y forme de la basura celeste
una solitaria piedra
que diga desde abajo abajo abajo y más abajo
“yo como toda piedra me rehúso a buscar la superficie”

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