Resplandores

 

no he tenido ni un momento para sentarme a escribir

adentro de mí en la hondura donde los resplandores

siguen vivos

las palabras se agolpan para decirme cosas

observo la casa y sus detalles

el aire sobre las cosas que observo

la sensación extrema y cálida del trabajo diario

el descanso y la inminencia del dolor y su angustia.

 

no logro escribir nada, me escabullo hasta el escritorio

y salta una tarea y otra tarea y la sensación 

de las palabras

me persigue por todos lados

turbando la proximidad de las cosas y la lejanía

que se acerca.

 

no tengo tiempo para escribir, pero no importa

porque las palabras

se ajustan a la memoria y cavan túneles donde aguardan

como topos o conejos olorosos a tierra la salida del sol

 

aquí hace frío por la noche,

no puedo escribir porque trabajo

porque aguardan tibias

encima del escritorio

las palabras.

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