Fotografía: Lya Ayala Arteaga.
Cualquier puerta
en silencio la llave abre suave cualquier puerta
solo en silencio
existe la posible causa
y el origen
donde abre los
ojos el recién nacido
donde caben los
movimientos involuntarios
y la
espontaneidad del polvo
en silencio
repica el agua en el dorso del cuerpo
abriendo paso a
las mutilaciones del olvido
donde recogen
tibios el pasado y el presente
un trozo de
esquina
es en el silencio
donde somos más libres
menos
escandalosos de uno y el otro
quizá en esa
partitura
habita la refrescante ausencia
el tintineo de
estar quieto
sin hacer nada
el silencio sana el grito detrás del hombro
y la perpetua necesidad humana
por ahuecarse en el sonido.
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