Elogio de la tarde
El borde de las palabras las desordeno en los poemas que leo
los poemas de mi tiempo donde todas las cosas hermosas fueron escritas
me gusta el pasado con su trama brumosa y brillante
sonrío ante el asombro de la especulación de los sentidos
porque aquí en mi tiempo tan propenso a la dramática muerte de la tarde,
la niebla cruje menos hermosa en el borde
no entiendo la disonancia de las nuevas palabras, si adentro habita el viejo nombre
terrible, dulce, asombroso y débil
el tiempo es un compás de música perfecta en la esquina de la poesía
que suena lenta en mi cabeza
ahora mis ojos solo ven la tarde
el brillo que salta de mis ojos y envejece
el futuro no es más que el pasado de otro nombre
he visto caer la neblina en mi rostro y escuchado otras voces
más sabias y hermosas
quizá las edades de las palabras me están nombrando ahora.
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