
Fotografía: Lya Ayala Arteaga. Culpa De pronto la necesidad de la forma en la que un poema llega, podría ser la necesidad de sobreponerse a la propia vida; porque el poema es otra vida en sí mismo, el poema es un yo. Pero limpio los azulejos del baño y el poema surge en su estructura completo y absoluto, recorre su esqueleto naciendo, es un ser vivo. Hace diez años cuidaba un hombre y no escribía porque la vida, hace diez años crecía el hijo amado y debía cuidarlo con ternura, sin miedos sin arrastrar su vida, esa de la niña que fui cuando el padre se va y la madre se queda, esa niña que aprende del abandono la forma del amor. Luego la edad y los libros se esconden, la mente está al borde sin poder vaciarse todas las vidas de los poemas se acongojan, estruj...