Los albatros murieron en la boca

Las palabras vienen y se quedan mirando la línea cerrada de la boca y los albatros esas criaturas viejas, gigantes y casi extintas rozan este silencio en medio de la helada brisa en el roce del agua que sirve para muchas cosas o casi todas las cosas que los humanos aman. Vienen con sus alas ligeramente a cerrar los labios porque hablar a los albatros puede volver peligrosa la furia del viento en la frente como el agua que corre siniestra entre la suciedad de la tierra hablar cobija el miedo adentro de la boca la lengua saborea esa silueta pesada y sigilosa entre el paladar y los dientes. A pesar de la gigantesca ave revoloteando en mi boca he cerrado los ojos con miedo miedo a ese poder agazapado en la esquina de otro poder miedo de escribir que un albatros ha maldecido esta tierra. Amó al pájaro que amó al hombre que lo mató con la ballesta , escribió Coleridge. Fotografía: Lya Ayala Arteaga. ...