
Fotografía: Lya Ayala Arteaga. Cualquier puerta en silencio la llave abre suave cualquier puerta solo en silencio existe la posible causa y el origen donde abre los ojos el recién nacido donde caben los movimientos involuntarios y la espontaneidad del polvo en silencio repica el agua en el dorso del cuerpo abriendo paso a las mutilaciones del olvido donde recogen tibios el pasado y el presente un trozo de esquina en la mirada es en el silencio donde somos más libres menos escandalosos de uno y el otro quizá en esa partitura habita la refrescante ausencia el tintineo de estar quieto sin hacer nada el silencio sana el grito detrás del hombro y la perpetua necesidad humana por ahuecarse en el sonido.