Elogio de la tarde

El borde de las palabras las desordeno en los poemas que leo los poemas de mi tiempo donde todas las cosas hermosas fueron escritas me gusta el pasado con su trama brumosa y brillante sonrío ante el asombro de la especulación de los sentidos porque aquí en mi tiempo tan propenso a la dramática muerte de la tarde, la niebla cruje menos hermosa en el borde no entiendo la disonancia de las nuevas palabras, si adentro habita el viejo nombre terrible, dulce, asombroso y débil el tiempo es un compás de música perfecta en la esquina de la poesía que suena lenta en mi cabeza ahora mis ojos solo ven la tarde el brillo que salta de mis ojos y envejece el futuro no es más que el pasado de otro nombre he visto caer la neblina en mi rostro y escuchado otras voces más sabias y hermosas quizá las edades de las palabras me están nombrando ahora. Fotografía: Lya Ayala Arteaga