Muerte última
Quería intuir e intuía la sequía de las manos la postura insaciable de las flores ante las luces miraba con la ceguera de la noche y su trampa por eso intuía gravemente sobre las puntas de los pies cansada de cargar y cargar muertos silencios desgastados que caían desde la lengua hasta el suelo cuerpos que arrojaba desde adentro del estómago eran cuerpos con sus cabezas y sus ojos abiertos los lanzaba con estertor hacia todos lados donde la mirada no pudiera alcanzarlos y probé otra ruina y otro cielo y otra noche probé el infierno acostada sobre el hielo probé la turbia arena pasando sobre la piel probé la sangre entre los dientes masticando mis muertos se habían ido y esa esa esa era la intuición la soledad perfecta del poeta. Rojas las palabras, 2013.